
Educación expulsa a 640 profesores de las listas de sustituciones por rechazar la plaza
Si un trabajador interino del cuerpo de la administración general de la Xunta renuncia a cubrir sin justificación la sustitución para la que fue llamado, esto le acarrea una sanción. Durante un año no podrá volver a inscribirse en las listas de contrataciones y, por tanto, durante ese periodo el Gobierno gallego no contará con él para ningún empleo temporal. Pasado ese tiempo, se hace borrón y cuenta nueva. Pero en el caso de los profesores, al tratarse la enseñanza de un servicio público esencial, la sanción es mucho más grave y no tiene vuelta atrás. El rechazo a cubrir la plaza asignada para cubrir una sustitución u ocupar un puesto en interinidad supone la expulsión definitiva de las listas. Por este trance han pasado en el último año casi 640 profesores, a los la Consellería de Educación ha eliminado para siempre del registro de contrataciones. Ya no podrán volver a trabajar en la enseñanza pública, salvo que se presenten a las oposiciones y saquen la plaza.
Las listas de sustituciones en educación rondan los 12.000 inscritos de media cada año. Y cada curso son varios miles los profesores que son llamados para realizar sustituciones temporales, a veces por años completos, otros por meses y también por días y semanas, en función de la baja del titular de la plaza. Pero también son numerosos los docentes interinos que renuncian al destino o, simplemente y pese a estar obligados, no responden a las llamadas de Educación o no se presentan a los procesos de selección.
Por estas razones, la consellería ahora dirigida por Román Rodríguez ha expulsado definitivamente de las listas de contrataciones a 634 personas desde el 1 de septiembre del pasado año. «Fueron eliminados en base a los motivos establecidos por ley, como no estar localizados, acumular más de tres renuncias, no presentarse al proceso electivo, por jubilación…», explica Educación. Por supuesto, también figura como causa «el no aceptar la plaza interina o de sustitución que se les ofrece».
Desde el sindicato Anpe también se precisa que entre los motivos de expulsión de las listas hay «descuidos» de los propios aspirantes, que se olvidan antes de iniciar el curso escolar de marcar los destinos y cuando son llamados se les ofrece una plaza que no pueden aceptar -por ejemplo, por quedar muy lejos del domicilio-, o que una vez seleccionados, descubren la falta de capacidad académica para el desempeño del puesto.
Además, en el actual curso otras 2.318 personas renunciaron a las listas por motivos justificados, por lo que quedaron en suspenso y no perdieron su puesto. «Normalmente piden la suspensión por tener en ese momento otro contrato laboral (1.340 docentes se encuentran en esta situación), por estar de baja por enfermedad, por la necesidad de cuidar a un hijo menor o a un familiar o por ampliar los estudios», asegura la Consellería de Educación. Pero la posibilidad de presentar motivos justificados para no cubrir un puesto para el que fueron llamados tiene sus límites. Así, a la tercera vez que se acude a esta fórmula supone también la expulsión automática de las listas de contrataciones.