Las oposiciones de maestros en La Rioja, en entredicho
Los críticas sindicales van subiendo de tono en torno a las pasadas oposiciones de maestros de la comunidad Autónoma, a la que se inscribieron más de 2.500 aspirantes en La Rioja. Los sindicatos riojanos criticaron primero la disparidad de criterios entre los diferentes tribunales, y luego la confección de las listas de interinos hechas públicas ayer y que finalmente Educación ha retirado para dar más plazo a las posibles reclamaciones.
Este martes, CCOO y CSIF criticaban los sistemas de baremación, que calificaban de «chapuza». Hoy, UGT anuncia que ha dado un paso más, presentando un recurso de alzada contra las oposiciones, y pidiendo a Educación que abra «un periodo de reflexión sobre la nefasta gestión de este proceso que desde el punto de vista del sindicato no se ha llevado a cabo con las garantías suficientes de transparencia y fiabilidad para los opositores».
En una nota, UGT criticaba la falta de «coordinación real» entre los tribunales, «de tal manera que algunos se han limitado a aprobar solo a los opositores que iban a conseguir plaza, mientras que otros tribunales han optado por aprobar a todos aquellos que, a su juicio, así lo merecían, al margen del número de plazas». El sindicato cree que éste último era el criterio lógico en un concurso-oposición: aprobar en primer término a quienes han superado el examen y, posteriormente, aplicar el baremo que corresponda, «y no adaptar las notas en función de las plazas que exista, como parece que han hecho algunos tribunales».
Además, para UGT es sospechoso «que en trece tribunales de una misma especialidad solamente hayan pasado la segunda prueba tres personas por tribunal, lo que hace sospechar sobre los criterios marcados». El problema, señala el sindicato, es que esa disparidad entre tribunales «tiene consecuencias muy negativas para los aspirantes a interinidades, desvirtuando el proceso. De ahí que el sindicato haya decidido recurrirlo.
UGT explica que la situación ha dejado «un sentimiento de frustración e impotencia», entre los docentes, y más tras la retirada de las listas de interinos en las que había «graves errores en el baremo que han mantenido en vilo a los 2.100 docentes que aspiran a ocupar plazas en régimen de interinidad».
